El linfangión es en rigor el segmento vascular de un colector linfático entre dos válvulas. Se encarga de la reunir la linfa que proviene de la red capilar a través de vasos perforantes llamados precolectores que, en la piel, se dirigen de la superficie a la profundidad.
Tienen una pared constituida por tres capas, una interna que la tapiza como una alfombra, el endotelio, una intermedia, muscular y una externa de tejido conectivo laxo que le da sostén y la relaciona con el mundo exterior.
La capa muscular, a diferencia del resto de las estructuras tubulares del cuerpo, se dispone forma helicoidal, envolviendo al vaso y dotándola de la particular forma de contracción que lo caracteriza.
Los linfangiones se contraen autonómicamente. Un nodo sinusal análogo al de la aurícula derecha en el corazón, dispara un impulso eléctrico rítmicamente, que propulsa la linfa de retorno hacia el corazón. Las válvulas impiden el reflujo y direccionan el flujo. Las válvulas no impulsan el flujo, lo direccionan al impedir el reflujo.
Pero los linfangiones son apenas eso, una unidad anatómica y funcional apta para el transporte de la linfa. Para que la linfa sea transportada, primero debe ser producida, y esa es función de los capilares linfáticos.
Una vez en el ganglio linfático, la linfa es procesada. El procesamiento de la linfa es otra de las funciones del sistema linfático.