PRESOTERAPIA
Consiste en la aplicación de una presión externa, positiva, intermitente y cíclica sobre los miembros inferiores y/o superiores (aunque también se la utiliza en abdomen) a los fines de estimular la circulación de retorno, favoreciéndose de este modo la reabsorción de líquido intersticial. Debido a ello su empleo guarda una relación directa con los procesos edematosos y aquellos casos en los que, por causa mecánica o de otra índole, la mencionada circulación de retorno pudiera verse afectada.
Los accesorios aplicados más utilizados son las botas, las cuales están destinadas a los miembros inferiores y deben cumplir con una serie de requisitos:
EFECTOS FISIOLÓGICOS
INDICACIONES
CONTRAINDICACIONES
VALORES DE PRESIÓN DE TRABAJO
Los valores de presión son variables y es posible encontrar diferentes opiniones. Existen tendencias opuestas:
Tratamientos con valores altos de presión: hay autores que confirman que los valores pueden ser superiores a los de la presión linfática e incluso a los de la presión venosa, pero jamás supera a los de la presión mínima arterial. Si se toma como referencia que la presión linfática suele ser de aproximadamente 20 mm Hg (milímetro de mercurio) y la venosa de unos 40 mm hg, y que el valor promedio de la presión arterial en condiciones normales oscila entre 80 y 100 mm hg, este criterio contempla el empleo de presiones comprendidos entre 40 y 70 mm hg. En la actualidad, la tendencia al empleo de valores altos de presión no cuenta con consenso en el ámbito profesional debido principalmente al alto riesgo de daño vascular que trae aparejado.
Tratamientos con valores bajos de presión: numerosas experiencias han demostrado que los mejores resultados se obtienen a partir de valores de presión que no deben sobrepasar los 35-40 mm hg ya que presiones mayores serían capaces de provocar daño vascular y colapso funcional.
Las presiones ideales de trabajo son:
Durante la aplicación del tratamiento, la presión arterial tiene una subida de unos 20 mm hg, lo cual impone una vigilancia a los pacientes ligeramente hipertensos y una prohibición del tratamiento a los pacientes con hipertensión manifiesta.
Como regla general es posible establecer que los edemas derivados de la insuficiencia del sistema linfático deben ser tratados mediante presiones de trabajos BAJOS (20 a 30 mm hg) y sesiones prolongados (30 o 40 minutos). Mientras que la patología venosa resulta efectiva la realización de sesiones más cortas (15 a 25 minutos) y con valores de presiones ALTAS (DE 30 mmhg).