El edema se define como una acumulación de líquido en el espacio intersticial, en el tejido celular subcutáneo.
Clasificación de los edemas según su origen o etiología
Edemas dinámicos o no linfáticos : la causa de edema es ajena al sistema Linfático . Hay tres tipos:
Edemas de origen sistémico: se producen por un desequilibrio de las fuerzas de Starling. La salida de sustancias desde el capilar se denomina filtración y la entrada reabsorción. Las leyes de Starling regulan el equilibrio del proceso de filtración y reabsorción. Los edemas pueden producirse por un aumento de presión hidrostática dentro del capilar o por la disminución de la presión oncótica dentro del capilar. En ambos casos, se produce una extravasación de líquido al espacio intersticial. Si la presión hidróstatica aumenta se produce un aumento de la cantidad de plasma en los capilares. Esto puede deberse a:
Insuficiencia cardiaca.
Insuficiencia venosa.
Trombosis venosa.
La disminución de la presión oncótica se produce por un descenso en la concentración de proteínas en sangre: Malnutrición. Pérdida de proteínas a través de orina por insuficiencia renal. Pérdida de proteínas a través de su destrucción por insuficiencia hepática.
Edemas de tipo inflamatorio: Se producen asociados a una reacción inflamatoria en la que se aumenta la permeabilidad de los capilares y como consecuencia, el líquido se extravía saliendo al exterior. Se asocian a traumatismos y a reacciones alérgicas.
Edemas debidos a otras etiologías:
Edemas de etiología neurológica.
Edemas idiopáticos; de origen desconocido: comunes en mujeres, se relacionan con los ciclos menstruales.
Edemas asociados a la toma de fármacos.
2. Edemas linfaticos o linfedemas: Están producidos por un daño en el sistema linfático. Son un acumulo de agua, sales, electrolitos, proteínas de alto peso molecular y otros elementos en el espacio intersticial, llevando a un aumento de volumen de la región corporal como consecuencia de una alteración dinámica y/o mecánica de la circulación linfática que lleva a un aumento de volumen progresivo y evolutivo de la extremidad o región corporal con disminución de su capacidad funcional e inmunológica, aumento de peso y modificaciones morfológicas
Dentro de los linfedemas tenemos:
Primarios: Son los que se producen por malformaciones congénitas de los vasos y/o ganglios linfáticos. Estas malformaciones pueden ser agenesia (no formación), deformidad, hipogenesia (desarrollo insuficienta)… Son más frecuentes en los miembros inferiores, de forma bilateral, suelen progresar de distal a proximal y comienzan a manifestarse en la adolescencia.
Secundarios: Se producen por un daño en los vasos linfáticos que en un principio estaban sanos:
Tumores: linfoma o linfosarcoma
Infecciones de los vasos linfáticos: linfangitis. Es característica su asociación a infecciones por parásitos.
Traumatismos, cicatrices o quemaduras.
Linfedemas iatrogénicos debidos a daños colaterales en intervenciones médicas.
Flebedema
Es la insuficiencia del Sistema Venoso que afecta al Sistema Linfático en su drenaje. Es un edema de consistencia blanda, dejando fóvea al presionar el dedo, pero se puede endurecer por la aparición de fibrosis y celulitis.
Se aprecian dilataciones venosas prominentes y pigmentación cutánea. Se presenta en los maléolos y es mas manifiesto por las mañanas. Puede aparecer dermatitis y alteraciones trágicas como úlceras.
Lipedema
Es una enfermedad inflamatoria debido a la acumulación de grasa que en ocasiones colapsa el sistema linfático y produce un linfedema añadido (lipolinfedema). Existe dolor y sensibilidad, así como la tendencia a moretones de fácil aparición por la fragilidad capilar. Sin embargo, la salud puede resultar perjudicada por el aumento de la vulnerabilidad y la inflamación del tejido adiposo y por lo tanto puede aumentar la disposición para el linfedema.
El lipedema se produce casi exclusivamente en las mujeres, después de la pubertad, después del embarazo o la menopausia. Los cambios hormonales, así como una predisposición genética, se supone que son las causas.
Síntomas de los edemas
Aumento del volumen de la zona edematosa que es perceptible por el paciente y se agrava durante el día. Mejora con el reposo e inicialmente puede ser reversible (desaparece con el descanso nocturno). No se asocia dolor al edema pero si a la causa subyacente, puesto que pueden aparecer parestesias (sensaciones extrañas de pinchazos, hormigueos, pinchazos…a lo largo del recorrido de un nervio) debido a la compresión que pueda ejercer el líquido sobre un nervio determinado. También, puede generar una pérdida de movilidad en las articulaciones afectadas, debilidad muscular, fatiga…
Entre el Edema Dinámico y el Linfático hay una diferencia característica; que es la consistencia. En los Edemas Dinámicos la consistencia es acuosa mientras que en el Edema Linfático al principio también, pero progresivamente pasa a ser fibrosa. Esta fibrosis se debe a que el Edema Linfático, posee proteínas en el líquido. Las proteínas estimulan la formación de colágeno y consecuentemente, a que aparezca fibrosis, la piel se cuartea, cambia de color (grisáceo) .
La aparición de edemas puede traer consigo las siguientes complicaciones:
Complicaciones de tipo trófico:
Cambio de coloración en la piel.
Pérdida de vello.
Alteraciones de la sudoración.
Fragilidad cutánea: la piel se agrieta y puede ulcerarse.
Malignización del edema: se reproduce a linfedemas. Un linfedema de cierto tiempo de evolución puede desembocar en un linfangiosarcoma. Si el linfangionsarcoma se desarrolla, se percibe porque la zona afectada aumenta mucho de volumen, se hace fibroso muy rápidamente y aparece dolor.
Complicaciones de tipo venoso:
Trombosis.
Insuficiencia venosa.
Trombosis linfática: Se produce fibrosis de los vasos linfáticos cercanos al edema. Se percibe como una estría que puede limitar el movimiento articular de la zona.
Procesos infecciosos: Los edemas son un caldo de cultivo perfecto para las infecciones. Hay que extremar las condiciones de asepsia y hay que tener precaución con las heridas. Aparecen cuadros de linfagitis o de erisipela; es cuando se produce una reacción del tejido celular subcutáneo, que se inicia con un cuadro febril con malestar general, alteraciones digestivas, la zona del edema se pone roja, caliente y dolorosa. Se para el tratamiento, se guarda reposo y se suministran antibióticos, por lo que consecuentemente el edema aumenta.