Los principios activos se pueden clasificar según su función en :
1. Despolimerizadores de mucopolisacáridos.
Este grupo lo forman las enzimas que despolimerizan los nódulos celulíticos y devuelven la fluidez al
tejido conjuntivo y el agua liberada puede ser eliminada por medio de diuréticos naturales. Las
tiomucasas y hialuronidasas se emplean para despolimerizar los mucopolisacáridos formadores de
los nódulos celulíticos.
2. Fibrinolíticos.
Se trata de sustancias que desnaturalizan las fibras de colágeno y elastina insolubilizadas e
interconectadas en nódulo celulítico. Entre ellas se encuentran sustancias yodadas no hormonales
(ioduro potásico, triyodoacetato de sodio, etc.), los extractos de plantas marinas (Fucus vesiculosus),
las enzimas proteolíticas (papaína, bromelina) y sus extractos de procedencia (papaya ,ananá o piña).
3. Inhibidores de la lipogénesis
Son activos que inhiben la formación de adipocitos, o sea, el desarrollo de células mesodérmicas
hasta convertirse en adipocitos maduros. Un inhibidor es el arrayán o Myrica cerífera.
4. Activadores de la lipólisis o lipolíticos.
Son sustancias que activan el proceso metabólico por el cual la grasa se transforma en ácidos grasos
libres y glicerol, que luego irá al torrente sanguíneo para finalmente dar energía, gas carbónico y
agua. Este grupo incluyen las bases xánticas (cafeína, teofilina, teobromina), los extractos vegetales
que las contienen, nuez cola, guaraná, la carnitina y los derivados yodados.
5. Inhibidores de la adipogénesis.
Son los activos más novedosos. Impiden la maduración o conversión de los preadipocitos en
adipocitos. Un ejemplo son los ácidos grasos esenciales conjugados.
6. Protectores capilares, venotónicos y antiedematosos.
Están destinados a mejorar la resistencia de las paredes de los vasos sanguíneos, la circulación de
retorno, disminuir la permeabilidad capilar y en consecuencia, la presencia de edemas. Refuerzan la
pared capilar, con lo que al disminuir su permeabilidad, impide la salida de líquidos a los espacios
intersticiales y favorecen el aporte nutritivo y de oxígeno a los tejidos. Como son la hiedra, castaño
de indias, rusco, centella asiática. Se emplean generalmente extractos de plantas o componentes
aislados.
7. Rubefacientes o Activadores del riego sanguíneo.
Estimulan la circulación en la zona de aplicación, en ocasiones con aumento transitorio de la
temperatura local. Cuando se aplican en la piel, se produce una ligera irritación local y se estimula la
circulación. Se produce una subida de sangre desde las zonas más profundas de la piel, brindando
alivio a los dolores internos. Los más habituales son mentol, alcanfor, nicotinatos, diversos extractos
vegetales como árnica, romero, cayena, jengibre, menta, rábano picante y aceites esenciales.
8. Reafirmantes, reestructurantes.
Estimulan la síntesis de colágeno y elastina o proporcionan cierto efecto tensor, dan flexibilidad a la
piel. Se emplean proteínas vegetales, aminoácidos y oligoelementos (silicio, principalmente).
Alfahidroxiacidos: AHA favorece la eliminación de células muertas, produce aumento de síntesis de
colágeno. Extracto de Centella Asiática: estimula la secreción de colágeno. Vitamina C y E
antioxidantes, esenciales en la síntesis de colágeno y evitan la degeneración del tejido conjuntivo
9. Antioxidantes
Combaten los radicales libres, por tratarse de un proceso oxidativo. Entre los antioxidantes más
utilizados tenemos la vitamina E, el aceite de aguacate, de rosa mosqueta, etc. que permiten la
regeneración de tejido conjuntivo.